martes, 12 de abril de 2011

:) Kimi to boku (: Tokio Ska Paradaise Orchestra



Una mezcla perfecta de melancolía y felicidad que te hace sonreír y al mismo tiempo te da ganas de llorar. Genial.

lunes, 11 de abril de 2011

Echar de menos...

Sí, escribo sobre lo banal, porque al final eso es lo único que tenemos realmente. Aquella sonrisa de un transeunte desconocido que te hizo recordar lo bonito que es sonreír y cuánto vale la pena dedicar sonrisas sin miedo al qué dirán, el cielo azul al salir de tu casa que te hizo sentir vivo, ese hombre tocando el acordeón en la calle que puso banda sonora a tu vida, aquel regalo que quién te lo regalo piensa que es una tontería pero que tú consideras enorme y que hizo que tus ojos se empañaran de la emoción y que una sonrisa estúpida se dibujara en tu cara. De golpe te das cuenta de que lo importante no era tan importante y aquello que te molestó en un momento determinado hoy es una tontería. Todos tenemos calentones, todos nos enfadamos enormemente alguna vez por alguna gilipollez, son las circunstancias, algo que en un momento determinado no te habría importado de repente se vuelve importante. Hay que ser emotivo... hay que ser humano. A veces olvidamos esa humanidad, nos volvemos fríos y calculadores y llegamos incluso a olvidar que las lágrimas también pueden ser bonitas...
Lo más triste que puede pasarle a alguien es llegar a ser incapaz de llorar... incapaz de sentir algo que te atraviese tan fuerte que haga brotar lágrimas de alegría o de pena de tus ojos...
Hoy de he dado cuenta de que echar a alguien de menos es maravilloso porque en el fondo quiere decir que esa persona te importa...
Hoy me he dado cuenta de que hay mucha gente que por mucho que se aleje permanece cerca, porque ya la llevo dentro.
Estos últimos meses me he dado cuenta de lo importante que es decir a la gente que te importa lo mucho que te importa, sobre todo cuando está lejos...
Hoy soy feliz, porque sé que echo de menos a bastantes personas, porque sé que esas personas son importantes para mí, porque espero ser yo también importante para ellas...

domingo, 10 de abril de 2011

Sigo caminando...


Me prometo a mí misma que no es inercia, sé que no es inercia. Camino porque estoy segura de que hay algún lugar al que quiero llegar siguiendo mis pasos, no los de otro, sino los míos. Estoy segura de que alguien ya ha pasado por ese lugar, de que alguien ya hizo de este camino su sendero, pero ahora no me importa. Este es mi camino, este es mi sendero, el pasado solo es eso, pasado... y el futuro está tan cerca y tan lejos a la vez que creo poder tocarlo pero cuando lo intento ni siquiera me acerco a acariciarlo con la mano y me siento una estúpida moviendo la mano en el aire, parece que saludara a mi estupidez.
Solo son pasos, a veces con las piernas cansadas y los pies destrozados de tanto caminar piensas en dejarlo, en pararte, dejar de caminar, optar por la opción fácil. Paras a fumar un cigarrito y mirar hacia atrás, pensar en todo lo que llevas caminado, en que no todos tus pasos han dejado huella pero algunos sí, sabes que algunos de tus pasos han dejado una huella que no desaparecerá, igual que algunos pasos de otras personas dejaron una huella marcada profundamente en ti, tan tan profundamente que sabes que por mucho que lo intentes no podrás borrarla. Te das cuenta de lo importante que es seguir caminando, seguir caminando incluso cuando piensas que no tiene sentido seguir ese camino.
Hoy sigo caminando, soy un canto rodado que no para de cambiar de lugar y de destino. No importa tener un destino, a veces lo más importante no es saber a donde ir, sino caminar, quizás el sentido de caminar no sea llegar a un destino, quizás el destino eres tú mismo y el camino solo es una forma de moldearte. Quizás el sentido sea caminar y caminar, puede que un día sin saber a donde vas encuentres lo que buscas.