martes, 31 de mayo de 2011

10 estrategias de comunicación mediática


Reflexionando
Hoy me he puesto a reflexionar sobre las estrategias de comunicación y como diría Chomsky, sobre como nos venden la moto. Tras una larga conversación conmigo misma, me he encontrado recordando una serie de estrategias de comunicación mediática, redactadas por Noam Chomsky que leí cuando estudiaba Publicidad y Relaciones Públicas. No he podido evitar plasmarlas aquí después de haberlas recordado, puede que sean del todo ciertas o puede que no, yo creo que no van muy desencaminadas. Disfruten de la lectura (espero que les desconcierte)

10 estrategias de comunicación mediática

1. La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción.

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

sábado, 28 de mayo de 2011

Es el momento

Es el momento de escribir algo aquí, algo importante, algo que merece la pena decir, algo que no puedo callar más después de ver como estas últimas semanas nos esforzamos en mandar a la mierda algo que se ha conseguido con mucho esfuerzo y que muchos llevábamos mucho tiempo esperando.

Es el momento de pensar, de reflexionar, llevamos unos cuantos pasos dados, ahora toca mirar atrás sin perder de vista el frente y sobre todo es el momento de pensar como actuar y de dejar de vivir en el sueño de que "otro mundo es posible", una frase y un pensamiento muy bonitos, que no sirven de nada si no se empieza a actuar AHORA.

Tenemos la oportunidad, es el momento, si lo desaprovechamos, convirtiendo todo esto en una verbena o una fiesta, no haremos más que lograr que si en un futuro hace falta moverse de nuevo (algo que con certeza pasará) no lo hagamos. Si no aprovechamos esto muchos perderán la esperanza de que algo se puede cambiar.

Esto no es una fiesta, las plazas no deben convertirse ni en una fiesta, ni en la única solución ni el único medio para lograr cosas, las acampadas van a desaparecer en algún momento y antes de que desaparezcan tenemos que dejar fijadas unas líneas de acción, nuevos mecanismos, más útiles, más accesibles a todos y más fuertes. Nuestras plazas son ahora el lugar para reflexionar, para aprender, para desarrollar un pensamiento crítico, para desarrollar lineas de actuación diferentes a las seguidas durante estos últimos años, para hacernos conscientes de que podemos actuar y tenemos el deber de hacerlo. No sirve de nada que critiquemos a la gente que pasa el día ante la televisión o delante de internet si después vamos a las plazas a hacer lo mismo que en casa, es decir, nada. Llevamos muchos años haciendo la fiesta, ahora toca ponerse serios y hacer trabajar un poco a nuestro pobre cerebro. Hay que esforzarse, pues cambiar las cosas no es algo sencillo, y es algo que no supone solo quejarse sino buscar soluciones.

Es el momento de organizarse, pero de VERDAD, es el momento de evitar que nuestras pequeñas luchas y reivindicaciones, pasen por delante de otras más urgentes y sobre todo más realistas a corto plazo. No se puede vivir eternamente en la utopía, la utopía nos hace caminar, como decía Galeano, yo añadiría, nos tiene que hacer andar, pero para llegar a algún sitio tenemos que ir construyendo el camino baldosa a baldosa.

Sí, podemos cambiar las cosas, pero para arreglar algo primero hay que establecer prioridades y puntos que sirvan de algo, el resto vendrá rodado. Ahora tenemos que CENTRARNOS.

Se acabó el "habría que hacer esto" o "habría que hacer aquello" los discursos revolucionarios (como este puede parecer) y hay que preguntar "cómo podemos lograr esto" proponer ideas y LLEVARLO A CABO.

Vamos a informarnos y a informar sobre lo que urge ahora. No es el momento de la espiritualidad y el misticismo, en estsa situaciones ambos son una televisión más que atonta, cada uno en su casa haga lo que quiera, las asambleas no pueden convertirse en talleres de tendencias New Age, es el momento de encauzar nuestra rabia hacia un objetivo claro.

Tenía que decirlo, así de sencillo. Si alguien tiene propuestas que las hable, que las diga, que las grite. Dejemos ya el "hay que cambiar tal" y digamos ´"¿cómo cambiamos tal?" y discutamos durante horas.

Es el momento de cambiar algo y todos sabemos como cambiarlo y es INFORMANDO, INFORMÁNDONOS Y PROPONIENDO ACCIONES, GESTOS Y NOS PALABRAS.

No sería mala idea por ejemplo empezar leyendo este tipo de cosas, que nos darán una idea de cómo queremos cambiarlas ;)

DEBATIR, EXPLICAR, INFORMAR, PROPONER

http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_electoral_espa%C3%B1ola

miércoles, 18 de mayo de 2011

La aduana de crecer...

Tengo los pies en el suelo, sé donde estoy

lunes, 9 de mayo de 2011

Carta a rutina (blog antiguo, 2007)

Plash, uno plash, dos, y así cientos de coches en un constante ir y venir tan premeditado que podría adivinar incluso cuando dar el chasquido con mis dedos antes de que pasen.

Plash, tres, plash, cuatro... Todo tan premeditado y tan rutinario que no hace falta mirar mucho para ver que todo esta desfalleciendo, que fue tanta la rutina y la previsibilidad, que todo se está muriendo. Hasta el césped en el que estoy tumbada pasa por tanta rutina que perece por su propio aburrimiento.

Caminas por los caminos marcados, quizás haya alguien que tenga más videos tuyos que tú, te sientas en los lugares establecidos, y de las formas establecidas, repites 20000 veces las jodidas canciones que no hacen más que repetir en los "espacios publicitarios", crees que todo es nuevo, pero sin embargo todo se desvanece ante tus ojos...
Quizás no hayas andando más allá de tu barrio, de tu pueblo, de tu ciudad ¿por miedo? te han inculcado tanto miedo que ya ni siquiera recuerdas a qué tienes miedo, pero te da miedo hasta reírte cuando te apetece y te da miedo que se rían cuando no lo esperas por que te han hecho quererte tan poco que posiblemente pienses que se ríen de ti.

Juguemos a hacer de lo previsible un cadáver, de lo imprevisible el día a día, de la locura nuestra aliada y como enemiga: rutina. Rompamos con todo, déjame que juegue a los "cinco lobitos" con los dedos de mis pies mientras ando descalza en un césped pensando sobre este cielo que nos ahoga y que parece de mentira.

Todo parece tan muerto, hasta el cielo, déjame que corra al campo a jugar como una niña, a cualquier hora del día, que me acomode en mi mochila para mirar las pocas estrellas que aún puedo ver desde este cementerio tan iluminado, déjame que recuerde el cielo y después inventemos juegos y juguemos...

Déjame que mate lo previsible, que juegue con la lógica hasta llegar a lo ilógico, que la ilusión haga mella en mi mente y llame a la imaginación para que no me deje crecer, déjame que juegue a saltar o a quedarme dormida en parques, en huecos, en calles o en cornisas.

Espero no tener que escribirte más rutina...

martes, 3 de mayo de 2011

La ciudad. C Cavafis

Dices "Iré a otra tierra, hacia otro mar
y una ciudad mejor con certeza hallaré.
Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,
y muere mi corazón
lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez.
Donde vuelvo mis ojos sólo veo
las oscuras ruinas de mi vida
y los muchos años que aquí pasé o destruí".
No hallarás otra tierra ni otra mar.
La ciudad irá en ti siempre. Volverás
a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez;
en la misma casa encanecerás.
Pues la ciudad siempre es la misma. Otra no busques
-no hay-,
ni caminos ni barco para ti.
La vida que aquí perdiste
la has destruido en toda la tierra.


(Traducción de José María Álvarez,
Poesías completas, Ediciones Hiperión, Madrid 1982).

Injusticia, impotencia, rabia...

No estoy hecha para este puñetero mundo, no suelo escribir este tipo de post tan personales e irreflexivos pero simplemente me hace falta. Me hace falta gritar que hoy no me gusta este puto mundo, no me gusta como es la gente, yo soy mucho más sencilla, ¿por que me complicais la vida? ¡joder! Hoy quiero correr e irme lejos, montar en mi bici y pedalear, olvidarme del resto del mundo y no pensar en nada ni en nadie, pero no puedo, tengo miles de cosas que hacer para la facultad y quiero ser una chica responsable, al fin y al cabo siempre he sido esa tonta responsable.
Estoy cansada de que el mundo me haga daño, y me niego a vivir con un escudo y perderme miles de preciosas sensaciones, pero sinceramente hoy no puedo más, hoy estoy cansada de que me tomen por tonta, hoy estoy cansada de ser una "pelotuda" como diría Cecilia Roth
http://www.youtube.com/watch?v=dEDD3VRDm10
No entiendo este mundo, estoy harta, cansada, cansada de mis propios errores. Cansada de que se rían de mí. Hoy siento que no valgo nada, pero sé que eso no es cierto.

Idiocracia...

Y nos lo creemos y seguimos sonriendo y asintiendo, vamos camino de un atontamiento o quizás ya hemos llegado a este atontamiento. Me siento estúpida, enormemente estúpida, observo el mundo como si fuera una obra de teatro, es una época maltrecha y complicada, opaca; una época en la que es difícil discernir entre verdad y mentira, entre realidad y ficción.
Una excusa más, lo veo simplemente como una excusa más. Una estrategia dentro de un entramado mucho más grande que me es imposible percibir. Ahora tocará oír frases manidas como "por el bien de la seguridad nacional hay que reforzar las medidas de seguridad" o "nuestro objetivo es acabar con el terrorismo", frases que hemos oído miles de veces y que miles de veces han servido para recortar libertades ¿qué libertad tocará recortar ahora?
Creerse todo esto a pies juntillas sería como creer que los Reyes magos, Papa Noel y el ratoncito Pérez existen, es decir, absurdo.